Así lo demostró el acuario de Bergen, en Noruega, que vacunó a sus pingüinos contra la gripe aviar.
Luego de estar confinadas desde hace casi tres meses, 29 aves recibieron su primera inyección según el protocolo: las más viejas y frágiles primero y las más jóvenes un día después.
Destaca que Erna, ave llamada así en honor a la primera ministra Erna Solberg, que en el pasado trabajo en el acuario, una de las atracciones turísticas de esta ciudad del oeste de Noruega de la que es oriunda la dirigente, también se vacunó.
Desde principios de diciembre, los pingüinos viven en una tienda montada en lo alto de su recinto, después de que se detectara una forma altamente patógena de gripe aviar (H5N8), por primera vez en Noruega.
La llegada de la vacuna debería, no obstante, permitir una vuelta a la normalidad, en cuanto se haya inyectado la segunda dosis dentro de un mes.