Ottens fue el responsable de liderar un grupo de investigadores de una compañía de equipos de audio que inventó un formato que cambió la historia de la música, y que tomó un diseño ya existente (la cinta abierta) y lo transformó en algo portátil y seguro.
Con dos pequeñas ruedas cubiertas por carcasas de plástico, los cassettes hacían pasar una cinta magnética a 4,76 centímetros por segundo. Además, tenían dos pistas, llamados LADO A y LADO B. El invento del equipo que lideró Ottens para Philips torció el rumbo de la industria musical y cambió de forma irreversible el desarrollo cultural de la segunda mitad del siglo XX.
Tras la invención del cassette, en 1963, dos hitos posteriores expandieron su crecimiento: en 1971 se comenzó a fabricar una variante que reducía los ruidos con una cinta de dióxido de cromo -mejorando la calidad del contenido grabado-, y en 1974 se empezaron a vender cassettes con cinta virgen, que permitieron grabar audio de forma casera. El invento de Ottens, además, provocó que se investigaran nuevas formas de almacenar datos.
Con la aparición del CD en 1982 -Ottens formó parte de las investigaciones, desarrollos y experimentos para perfeccionarlo-, el cassette comenzó a perder vigencia hasta ser reemplazado por el nuevo formato, que impulsaron, en conjunto, las marcas Philips y Sony.