Roscosmos presentó el lunes una maqueta de la estación espacial prevista, apodada “ROSS“ por los medios de comunicación estatales rusos, en “Army-2022″, una exposición militar-industrial en las afueras de Moscú.
Yuri Borisov, a quien el presidente Vladimir Putin nombró el mes pasado para dirigir Roscosmos, ha dicho que Rusia abandonará la EEI después de 2024 y que está trabajando para desarrollar su propia estación orbital.
Lanzada en 1998, la EEI ha estado ocupada de forma ininterrumpida desde noviembre de 2000 en el marco de una asociación liderada por Estados Unidos y Rusia en la que también participan Canadá, Japón y 11 países europeos.
La NASA, que desea mantener la EEI en funcionamiento hasta 2030, afirma que aún no ha recibido confirmación oficial de la prevista retirada de Rusia y que anteriormente había entendido que Moscú seguiría participando hasta 2028.
Roscosmos ha afirmado que la nueva estación ofrecerá a los cosmonautas rusos una visión mucho más amplia de la Tierra para fines de vigilancia que la que disfrutan en su segmento actual.
Los medios estatales rusos han sugerido que el lanzamiento de la primera etapa está previsto para 2025-26 y no más tarde de 2030. El lanzamiento de la segunda y última etapa está previsto para 2030-35, informaron.
La estación espacial, tal y como está concebida actualmente, no tendría una presencia humana permanente, sino que contaría con personal dos veces al año durante largos periodos.
Dmitri Rogozin, anterior jefe de Roscosmos y de línea dura, conocido por sus fuertes declaraciones contra Occidente, ha sugerido que la nueva estación espacial podría cumplir un propósito militar si fuera necesario.