La nueva amenaza de salud, henipavirus Langya, conocido como “Langya”, que si bien no parece ser tan mortal ni propagarse tan rápidamente como el COVID-19, ya se ha detectado en 35 personas, según datos de los CDC (Centros de Control de Enfermedades) de Taiwán. De las 35 personas identificadas con el virus, 9 fueron asintomáticas y el resto tuvo síntomas leves.
De momento los científicos han asociado este virus a síntomas como fiebre, cansancio, tos, dolores de cabeza, dolores musculares, náuseas. De manera más específica, según el informe científico, "la investigación identificó a 35 pacientes con infección aguda por LayV en las provincias chinas de Shandong y Henan, entre los cuales 26 estaban infectados solo con LayV (no había otros patógenos presentes). Estos 26 pacientes presentaron fiebre (100% de los pacientes), fatiga (54%), tos (50%), anorexia (50%), mialgia (46%), náuseas (38%), dolor de cabeza (35%), y vómitos (35 %), acompañados de anomalías de trombocitopenia (35 %), leucopenia (54 %) y deterioro de la función hepática (35 %) y renal (8 %)", explica.
Los científicos creen que el virus es zoonótico, es decir, que se transmite de los animales a los humanos. Las musarañas han dado el mayor porcentaje de resultados positivos, aunque los perros y las cabras también lo han hecho en menor medida. Los investigadores probaron animales salvajes y encontraron ARN viral LayV en más de una cuarta parte de 262 musarañas, “un hallazgo que sugiere que la musaraña puede ser un reservorio natural”. El virus también se detectó en el 2% de las cabras domésticas y el 5% de los perros.