La aprobación por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios del Molnupiravir, fármaco específicamente diseñado contra la covid-19, es una noticia positiva y que genera optimismo, señaló Alejandro Sánchez Flores, investigador del Instituto de Biotecnología, y añadió que tenemos una herramienta más para combatir esta enfermedad. Sin embargo, es muy importante que la gente no se automedique; “no debe caer en las manos de los usuarios a menos que haya una receta y que el especialista esté calificado para diagnosticar cuándo es el momento para utilizar el fármaco”.
Precisó que “la mayoría de los estudios que salieron y en los que se basa la autorización, implican varias cosas importantes: se debe aplicar en una etapa temprana de la enfermedad para que pueda ofrecer una diferencia. Además, que es para síntomas leves; en los complicados también ayuda pero no es tan claro el efecto. En ambos casos resulta benéfico, pero, de nuevo, es fundamental la participación del médico para que pueda determinar en qué caso usarlo y en cuál no”.
Los factores de riesgo a tomar en cuenta para recetarlo van desde las comorbilidades, el desarrollo de la enfermedad y la edad para que se pueda decir cómo usar el medicamento.
Para Sánchez Flores, “pronto se deben de dar a conocer las reglas de uso con las que se aprobó. Es muy probable que la venta sea sólo con receta; además del trabajo con los médicos para que puedan evaluar cuándo sí y cuándo no recetarlo. Desgraciadamente, vivimos en un país farmacodependiente, porque tenemos la cultura de la automedicación y la de presionar al médico para que dé fármacos para solucionar la enfermedad. Muchas veces, si hay una progresión benigna, un padecimiento leve se puede tratar con descanso y no es necesario el uso de aquéllos. Ya tenemos la experiencia con los antibióticos, aunque no tiene las mismas implicaciones… El control es lo más importante, así como tener el criterio para su uso y prescripción”.
Mejor la prevención
Ni este medicamento u otros se deben ver como una salida, sino como una herramienta más para luchar contra la Covid-19. “Finalmente, tenemos la vacunación como primera línea, todo acoplado a la prevención, y esta es una línea de solución. Es un salvavidas extra. Pensemos en una analogía, por ejemplo, el paracaidismo: la vacuna es el paracaídas principal, quizá tendremos uno más, y los medicamentos serían un tercero, uno que esperamos no tener que abrir. Además, el costo tampoco es muy accesible, y hay que controlarlo para que no genere una especulación a nivel económico. Es esencial que los médicos no sucumban a la presión de los pacientes y que en ello recaiga la responsabilidad y conciencia de usarlos sólo cuando sea necesario. El balón está del lado de los médicos, para saber cómo utilizarlo, evaluar efectos secundarios, cómo recetarlo por los factores de riesgo y la progresión de la enfermedad”.
Esencial, seguir con los cuidados
A pesar de la aprobación del uso de Molnupiravir y que en los próximos días se podría sumar la autorización del Paxlovid, es indispensable continuar con las medidas de cuidado ya conocidas y aplicarse la vacuna, señalaron Susana López Charretón, viróloga del Instituto de Biotecnología, y Omar Francisco Carrasco Ortega, jefe del Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina.
“La ventaja de esos dos medicamentos es que son orales y que los puedes tomar en tu casa. Resultan ser una gran esperanza”. Aunque los fármacos han demostrado su eficacia contra todas las variantes de la Covid-19, su elaboración está retrasada y todavía no hay producción suficiente para que llegue a nuestro país hasta mediados de año, puntualizó López Charretón. “Los medicamentos nuevos al empezar a utilizarlos bajo el sistema de emergencia no han cumplido algunas cuestiones de seguimiento en poblaciones especiales”, indicó Carrasco Ortega.
Los expertos universitarios reiteraron el llamado: lo más efectivo es continuar con las medidas de cuidado ya conocidas y aplicarse la vacuna. “Los medicamentos solamente nos ayudarían en un cierto momento; no son curaciones mágicas. Sabemos que el Molnupiravir previene 50 por ciento de las hospitalizaciones; Paxlovid es un poco mejor, pero prevenir es mejor que tener que reparar un daño”, concluyó López Charretón.
“Es hora de reforzar todo lo que ya sabemos que es muy eficaz: sana distancia, espacios abiertos, cubrebocas, lavarse las manos, usar el alcohol en caso que no haya agua y jabón. Son las medidas que van a controlar la pandemia, sin duda”, remató Omar Francisco Carrasco.
Información GACETA UNAM / Hugo Maguey / Rafael Paz / Fabiola Méndez