Kimberly Potter, la policía que disparó y mató al afroamericano Daunte Wright el domingo pasado, será acusada de homicidio involuntario, de acuerdo con el fiscal Pete Orput. Se enfrenta a una pena de hasta 10 años de cárcel. La muerte del joven Daunte, que estaba desarmado, en un control policial en un barrio de Minneapolis ha reavivado las protestas raciales en la ciudad en la que se celebra el juicio contra el policía destituido Derek Chauvin acusado de asesinar a George Floyd.
Wright, de 20 años, fue abatido durante un control de tráfico, cuando Potter disparó su arma reglamentaria por error, según la Policía, que alegó que creía que estaba sacando la pistola paralizante, conocida como táser, que emite descargas eléctricas.