En torno a una hora después de que comenzara la erupción se produjo un sismo de magnitud 4,4. El Servicio Geológico de Estados Unidos recibió más de 500 reportes que sintieron el sismo, aunque no se esperaban daños significativos en edificios o estructuras.
El Servicio Nacional de Meteorología emitió un aviso para Honolulu advirtiendo de cenizas del volcán. Una exposición excesiva a la ceniza puede provocar irritación ocular y respiratoria, señaló.
El Kilauea entró en erupción en 2018, destruyendo más de 700 viviendas y vertiendo lava suficiente como para llenar 320.000 piscinas olímpicas. Una zona del tamaño de más de la mitad de Manhattan quedó cubierta por una capa de lava ahora endurecida, que alcanzó los 24 metros (80 pies) de grosor en algunos puntos. La lava fluyó durante cuatro meses.
A partir de la 1:30 del 21 de Diciembre de 2020 el volcán #Kilauea ha entrado nuevamente en erupción. El cráter Halema'uma'u ha expulsado cantidades de lava similares al menor episodio de colapso registrado en 2018. En las últimas dos horas el lago de lava ha incrementado ~32m. pic.twitter.com/0WJOKBzicj
— SIMMSA (@SIMMSAmex) December 21, 2020