Tras presentar vómitos, fiebre y problemas respiratorios, fue trasladada de urgencia al hospital. Allí, una prueba confirmó que se trataba de coronavirus.
“Sospeché que era COVID-19 debido a la cantidad de contagios que se produjeron en la residencia de ancianos”, confiesa Giampiero Zanusso, uno de sus cuatro hijos.
A diferencia de 20 de sus compañeros, que no consiguieron ganar la batalla, Zanusso logró superar los días más complicado y ya muestra algunos síntomas de mejora.
Su doctora, Carla Furno Marchese, cuenta: “No está acostada en la cama. Está de pie y es capaz de caminar hacia su silla. No ha perdido nada de su lucidez e inteligencia”. En sus palabras, los médicos del centro ven un símbolo de esperanza en ella.
No es la única batalla que Zanusso ha ganado en su vida, ha sobrevivido a dos guerras y a la pandemia de gripe española que acabó con la vida de alrededor de 50 millones de personas.
“Se está recuperando bien y los médicos creen que es la persona más longeva en superar la enfermedad”, presume su hijo.