Los representantes de Spears alegan que su progenitor despidió al gerente de negocios de su hija y contrató a uno nuevo sin avisarle. Ante la negativa de la jueza, el equipo legal de la artista ha declarado que “Britney tiene miedo de su padre y no volverá a actuar si él sigue a cargo de su carrera”.
A pesar de esta advertencia, la jueza Brenda Pennyse ha negado a suspender al padre de Spears, aunque se ha mostrado partidaria de escuchar los argumentos futuros para su suspensión o expulsión, que Samuel D. Ingham III, el abogado de Britney, planea presentar.
Pennyse fijó otra audiencia para el 16 de diciembre, según una orden presentada en el expediente del caso.
La estrella pop, de 38 años, se encuentra en una pausa indefinida de su carrera, pero trabaja activamente en su intento por recuperar el control de su vida y su dinero tras 12 años de una tutela judicial ejecutada principalmente por su padre.
La medida tiene lugar en medio de la campaña #FreeBritney, que afirma que el padre de la intérprete de “Stronger” la está controlando en contra de su voluntad.
Este asumió el papel de tutor legal en 2008 a raíz del colapso mental de Spears y administra sus bienes desde entonces alegando el interés general de su hija.
El pasado mes de agosto, otro tribunal decidió que la tutela se prolongaría hasta febrero de 2021, a pesar de la fuerte oposición de la artista a que desempeñe este papel en solitario.