Así lo indicó el director del área de Investigación y Desarrollo de Oncología AstraZeneca, Josep Baselga, quien calcula que a principios de año que viene la farmacéutica tendrá unos tres mil millones de vacunas que confía en que se verifiquen efectivas. Lo “complicado” será diseñar cómo repartirlas dada la demanda que existirá, por lo que Balsega estima que hasta finales del primer trimestre de 2021 las vacunas, en caso de funcionar, no estarían en “fase avanzada de distribución”.
AstraZeneca espera que antes de finales de año “una, dos o tres” de las cuatro vacunas con las que está experimentando comiencen a dar “resultados”.
En el caso de las vacunas de esta empresa la previsión es que se apliquen dos dosis: la segunda 28 días después de la primera. Ahora mismo en todo el mundo hay 175 vacunas distintas sobre las que se está trabajando, 35 de ellas en ensayos clínicos con enfermos y 10 en su fase final de verificación, explicó Balsega.
“La vacuna ayudará, pero no es la única solución”, dijo y recordó que AstraZeneca está desarrollando también un tratamiento por “anticuerpos monoclonales”, con el que se aplicarían anticuerpos de personas que han pasado el virus a potenciales enfermos.
Además del contrato de la UE con AstraZeneca, los Gobiernos de Argentina y México, así como la fundación mexicana Slim, llegaron a un acuerdo con la farmacéutica y Oxford para fabricar la vacuna destinada a sus países y distribuirla después al resto de América Latina, excepto Brasil.