Se trata del modelo RM 27-04 que lanzó Richard Mille en septiembre para conmemorar el décimo aniversario de su asociación con el tenis.
La joya pesa 30 gramos, incluida la correa, y está catalogada como el tourbillon más ligero del mundo; es muy resistente y los cristales, tanto el principal como el de la trasera, son de zafiro. Además, es una edición limitada, dado que sólo se han fabricado 50 piezas en el mundo.
La caja de color marrón de 38.4 mm de ancho y 47.24 mm de largo está elaborada con TitaCarb, una poliamida de alto rendimiento reforzada con un 38.5% de fibra de carbono, lo cual le confiere una asombrosa resistencia a la tensión de 3,700 kg/cm2.
No es la primera vez que Rafa usa este tipo de relojes de alta gama. En sus antecedentes más cercanos, la leyenda ibérica ganó su décimo Roland Garros en 2017 con un Richard Mille de 750,000 mil dólares; mientras que en el US Open del año pasado lució uno valuado en $725,000.