El cortometraje cuenta la historia de una mina a la que le quitan sus minerales sin siquiera preguntarle su opinión. Una historia que no da una lección ecológica y ética. Para su creación participaron niños sonorenses de entre 7 y 10 años, además, se utilizaron diversos materiales reciclables, plastilina y demás.
Los pequeños cineastas recibieron capacitaciones durante 10 días por parte del del taller de cine La Matatena, Asociación de Cine, según información emitida por parte de Grupo México, encargado de coproducir y financiar el proyecto, se busca incorporar el mismo programa en 11 estados de la república.
Así que se espera una nueva generación de cineastas mexicanos que le darán gloria al país en festivales internacionales, felicidades a todos esos pequeños grandes artistas.