El hombre estadounidense explicó que hace seis años adquirió una propiedad en el lado estadounidense que colindaba con la frontera de estos dos países y que el terreno carecía de alguna construcción que delimitara el espacio.
Esto la hacía una zona de fácil acceso para los migrantes, que al no contar con sus documentos, no podían ingresar por los puertos oficiales a Estados Unidos.
Sin embargo, Allen decidió tomar acciones por su cuenta y con apoyo de donaciones monetarias realizadas por otros estadounidenses comenzó la construcción de un muro de barrotes de acero que miden 5,9 metros de alto.
Con información de debate.com.mx