Con 361 votos a favor de Morena, PAN, PT, PES, MC y PRD, 42 votos en contra del PRI y PVEM y dos abstenciones del PT, el documento quedó aprobado en lo general y en lo particular, y se turnó al Senado para su discusión y aprobación.
Para este acuerdo mayoritario, consensuaron una adenda con diversas reformas pactadas con la mayoría de los partidos, y se debatieron otras 22 reservas que no fueron aceptadas.
El dictamen –que previamente se aprobó en lo general con 387 votos a favor de todos los partidos y sólo 33 abstenciones del PRI- va acompañado de otras reformas a Ley General de Responsabilidades Administrativas y a la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, para "regular y atender la ejecución del gasto público con apego a los principios de economía, eficacia, eficiencia, transparencia, rendición de cuentas y honradez".
La nueva ley contiene una serie de medidas de ahorros en materia de salarios de los funcionarios del gobierno, seguros de vida privados, plazas adicionales, vehículos, escoltas, viajes, creación de fideicomisos, uso de aeronaves, hospedaje, alimentos, publicidad del gobierno, entre otros.
El coordinador de Morena, Mario Delgado, comentó que la aprobación de esta Ley de Austeridad Republicana fue "muy difícil de transitar porque obviamente hay resistencias naturales a la austeridad, pero queremos ayudarle al presidente de la República a cumplir su compromiso".
"La austeridad llegó para quedarse en el país, o sea, no queremos que sea nada más un tema de este gobierno, sino que sea ya la característica fundamental de la administración pública en México, acabar con el despilfarro, acabar con el desperdicio, con el mal uso de los recursos. El Gobierno, de aquí para delante, tiene que ser austero", añadió.
Al explicar el dictamen, Pablo Gómez, también de Morena, aseguró que "la austeridad no es para que el Estado tenga menos recursos y gaste menos, sino para que tenga más recursos y los gaste mucho mejor, para que el dinero público se utilice en los fines que corresponden a los intereses públicos y deje de usarse para los intereses privados, como ha ocurrido durante años".
Añadió que "el gasto excesivo y el gasto innecesario es una forma de corrupción, pero no ilegal. Hay formas de corrupción que no son ilegales y no dejan de ser lo que son. Y es por ello que este proyecto que se consulta a la Cámara, tomado de las iniciativas que se presentaron por el grupo de Morena y aprobado por la mayoría de las comisiones dictaminadoras, lo que está planteando es un llamamiento".
Fernando Galindo Favela, diputado del PRI, dijo que "lo único nuevo que tiene la nueva Ley de Austeridad es el nombre, porque de nuevo no tiene absolutamente nada. Todo ya viene en los decretos de austeridad de la administración pública. No tiene ni coherencia con la realidad".
Acompañado de una gran manta portada por sus compañeros sobre la tribuna, que decía "Lo barato sale caro. La Ley de Austeridad es una mentira", dijo que "estamos a favor de la austeridad pero no de la simulación". Destacó que lo que muestra esta ley es que "para el gobierno no son prioridad los niños, la salud, los médicos residentes ni las estancias infantiles".
Como ejemplo de la incoherencia, explicó que en la nueva ley se establece que los funcionarios públicos podrán comprar un auto de lujo de hasta 360 mil pesos, cuando en la pasada administración lo permitido era de sólo 275 mil pesos.
El diputado priista Eduardo Zarzosa calificó la ley de "un adefesio, un mamotreto y un Frankestein, que sólo hará un gobierno más ineficiente".
La diputada del PAN Sonia Rocha dijo también que su partido está favor de la austeridad, pero criticó que la ley carece de claridad.
El coordinador del PAN, Juan Carlos Romero Hicks, se quejó que "ayer lunes ya teníamos casi un consenso para poder identificar lo que es indispensable y lo que no lo es; y de última hora, de manera sorpresiva, Morena nos anuncia que va a poner reservas, contraviniendo el valor de la palabra que ya habíamos expresado en la búsqueda de lo que estábamos señalando".
Por eso "estamos sorprendidos, y por supuesto decepcionados, porque da la impresión de que el presidente de la República da un manotazo y quiere salirse con la suya, como si fuésemos Oficialía de Partes o como si no fuésemos un Poder Legislativo, sino un querer legislativo, lo cual es lamentable".
"Estamos a favor de la austeridad, pero así no y estamos con el tiempo muy limitado como Cámara de origen, por lo que habría que ver qué sucede en el Senado de la República", adelantó.
El diputado del PRD, Antonio Ortega Martínez, acusó que el dictamen fue producto de un "procedimiento legislativo viciado, desaseado, poco serio y hasta irresponsable", sólo "por órdenes del Presidente".
"Más que una ley, es sólo una arenga, un discurso de campaña que sólo va llevar a amparos, litigios y controversias en su aplicación", criticó. "No se va a resolver de manera mágica, con esta ley inútil, el despilfarro de los recursos públicos. Esta ley es una mala decisión y un acto innecesario que vulnera la autonomía del Poder Legislativo", acusó.
"No es un decreto presidencial, es un mandato del pueblo, así lo exige la gente", remarcó en tribuna la diputada del PT, Ana Karina Rojo.
Con información de publimetro.com.mx