A grandes rasgos, el comité Nobel señala que las investigaciones de Svante Pääbo han ayudado a tratar de resolver interrogantes relacionadas con el origen de la humanidad: “¿De dónde venimos y cómo nos relacionamos con los que nos precedieron? ¿Qué nos hace a nosotros, Homo sapiens, diferentes de otros homínidos?”
Nada fácil lo anterior, sin embargo, Pääbo ha echado luz sobre la respuesta al realizar algo que hace algunos años parecía imposible: secuenciar el genoma del neandertal, un pariente extinto de los humanos actuales.
Además, el ahora Nobel de Medicina también realizó un hallazgo calificado como “sensacional” por la comunidad especializada: el descubrimiento de un homínido previamente desconocido, Denisova.
“Es importante destacar que Pääbo también descubrió que se había producido una transferencia de genes de estos homínidos ahora extintos al Homo sapiens tras la migración fuera de África hace unos 70.000 años. Este antiguo flujo de genes a los humanos actuales tiene relevancia fisiológica hoy en día, por ejemplo, afectando la forma en que nuestro sistema inmunológico reacciona a las infecciones”, explica el Comité Nobel en el comunicado con el que dieron a conocer el galardón.
En resumen, estamos ante un hombre cuyo trabajo ya es considerado fundamental para la ciencia. Tanto así que, con base en sus investigaciones, Pääbo puede ser llamado el padre de una nueva disciplina científica: la paleogenómica.
“Al revelar las diferencias genéticas que distinguen a todos los humanos vivos de los homínidos extintos, sus descubrimientos proporcionan la base para explorar lo que nos hace únicamente humanos”, señala el comité que otorgó el Premio Nobel de Medicina.
El grupo encargado de decidir al ganador del Nobel de Medicina está conformado por 50 profesores del Instituto Karolinska. Este comité evalúa las nominaciones y, con base en sus estándares, decide quién es el científico cuyos descubrimientos han sido más importantes en beneficio de la humanidad.