Nancy Pelosi llegó a Taiwán este martes como parte de su gira por Asia, un viaje que había confirmado antes un alto funcionario del gobierno taiwanés y un funcionario de Estados Unidos. El viaje no aparecía en el itinerario público de Pelosi, y ocurre justo en un momento en que las relaciones entre EE.UU. y China están en un punto bajo.
“La visita de nuestra delegación honra el compromiso inquebrantable de Estados Unidos con la vibrante democracia taiwanesa”, tuiteó la política demócrata pocos minutos después de aterrizar.
“La solidaridad americana con los 23 millones de taiwaneses es más importante hoy que nunca, en un momento en el que el mundo se divide entre la autocracia y la democracia”, ha agregado en la misma red social.
Sin embargo, días antes, el gobierno chino había lanzado un par de advertencias si la visita de Nancy Pelosi visitaba Taiwán.
La filtración de la visita de Pelosi había provocado advertencias de China sobre las "atroces" consecuencias políticas que esto implicaría para las relaciones con Estados Unidos. Beijing también dijo que sus militares "no se quedarán de brazos cruzados".
"El principio de una China es el consenso universal de la comunidad internacional, la base política para los intercambios de China con otros países, el núcleo de los intereses de China y una línea roja y un resultado final incuestionables”, dijo este martes el canciller de China, Wang Yi, en un comunicado.
"Algunos políticos en EE.UU. solo se preocupan por sus propios intereses, juegan abiertamente con fuego en el tema de Taiwán y se convierten en enemigos de los 1.400 millones de chinos, lo que nunca terminará bien”, agregó Wang.
El presidente de China, Xi Jinping, advirtió el jueves a Estados Unidos que no "jugara con fuego" en el tema de Taiwán, durante una larga llamada telefónica con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.