Las personas acuden a San Antonio para pedir una buena esposa o esposo, por esta razón algunas personas llegan a poner su imagen de cabeza, sin embargo, esa es una superstición y una práctica no cristiana.
Cuenta la leyenda que, como parte de la tradición, las personas que quieran pedirle el milagro a San Antonio deben obtener 13 monedas regaladas de personas cercanas, ofrendárselas al Santo y poner la figura de San Antonio de cabeza
Sin embargo, en un artículo compartido con ACI Prensa, Wellington de Almeida Alkmin, miembro de la red social de oración Hozana, dijo que si bien es verdad que San Antonio de Padua “ayudó a unas muchachas humildes a obtener una dote y el ajuar de su boda”, su espíritu misionero “va mucho más allá de este atributo, ya que su vida es un testimonio latente del discipulado de Cristo a través de la predicación”.
El santo inició su servicio desde lo más sencillo: fue un trabajador de la cocina encargado de dar pan a los pobres. Según recordó Wellington, una vez San Antonio “puso a los frailes en aprietos luego de repartir todo el pan que les quedaba para comer”. Si bien el fraile panadero observó su accionar, de forma milagrosa, las cestas volvieron a estar llenas de pan otra vez.