Desde el año 2008 se celebra el Día Mundial de la Tiroides cada 25 de mayo, propuesto por diversas asociaciones internacionales de tiroides.
Con ello se pretende concienciar a las personas acerca de la importancia del funcionamiento de esta glándula en el organismo y su impacto sobre la salud. Asimismo, divulgar los avances de las modalidades de tratamiento, así como programas para la educación y prevención de la tiroides y sus trastornos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que aproximadamente unas 750 millones de personas padece de alguna patología tiroidea, de las cuales un 60% lo desconoce.
Principales síntomas y diagnóstico
Los principales síntomas y causas relacionados con el mal funcionamiento de la glándula tiroides son los siguientes:
Fatiga y cansancio.
Aumento o pérdida de peso.
Alteraciones o variaciones del estado de ánimo.
Estreñimiento.
Dolor de garganta.
Hinchazón en el cuello.
Aumento de la sensibilidad al frío.
Debilidad muscular.
Dolores articulares.
Alteraciones en el ciclo de menstruación.
Cambios en la piel, cabello y uñas.
Infertilidad en mujeres jóvenes.
Ronquera.
La detección y diagnóstico de posibles trastornos en el funcionamiento de la glándula tiroides es efectuada por un médico especialista (endocrinólogo). Algunas de las pruebas de rutina recomendadas son las siguientes:
Biopsia con aguja guiada por ultrasonido.
Pruebas de laboratorio: anticuerpos tiroideos, prueba de tiroxina (T4), prueba de TSH, prueba de triyodotironina (T3).
Captación de yodo radiactivo y técnicas de diagnóstico por imágenes.
Dependiendo de los resultados obtenidos en el diagnóstico, se aplicará el procedimiento quirúrgico, tratamiento o terapia respectivo:
Extirpación de la glándula tiroidea.
Tiroidectomía.
Tratamiento con hormona tiroidea.