“En términos generales hay solvencia, es decir, tenemos finanzas públicas sanas y fuertes. No vamos, consideramos, a tener problemas para financiar proyectos. (…) Está sólida la economía; las calificadoras no nos bajaron la calificación como país en cuanto a riesgo. En fin, vamos saliendo bien”, remarcó.
Sostuvo que hay suficiencia presupuestal para concluir la refinería de Dos Bocas y rehabilitar las seis refinerías ya existentes; avanzar en la construcción del Tren Maya y del Aeropuerto Internacional General Felipe Ángeles y continuar con el Programa para el Desarrollo del Istmo.
En conferencia de prensa matutina dijo que también están garantizados, e incluso incrementarán, los recursos de los programas prioritarios dedicados al bienestar de la población.
La recaudación se mantiene estable y no habrá necesidad de contratar deuda adicional; además, la moneda nacional se mantiene y los empleos perdidos por la pandemia de COVID-19 están recuperándose, añadió el jefe del Ejecutivo.
“Hay buenos indicadores porque la economía está creciendo, hasta las empresas, las calificadoras, los bancos están hablando de que vamos a crecer este año 5 por ciento, es lo más conservador, yo espero que se tenga más crecimiento económico”, acotó.
El mandatario destacó que la inversión privada, nacional y extranjera, es fundamental para el desarrollo del país.
Informó que el primer trimestre del año fue récord para México y hasta este día, se coloca en el séptimo lugar de los países más atractivos para invertir.
“En general, no puede el Estado mexicano ser el único promotor del desarrollo, ni puede ni debe ser el único. Se necesita la participación del sector privado y del sector social. La economía que nosotros concebimos es la que logra armonizar para conseguir el desarrollo de México. La inversión pública, la inversión privada y la inversión social, son los tres motores que se requieren para lograr el desarrollo del país con la rectoría del Estado”, aseveró.