El delicioso mole forma parte importante de la cocina poblana, por eso consideramos importante que sepas dónde se originó.
Este platillo tiene una historia con diversas versiones; que van desde elementos prehispánicos hasta la época colonial. Una de ellas primeras documentadas se encuentran en la “Historia general de las cosas de la Nueva España de Bernardino de Sahagún”, donde se habla de Moctezuma y el totolin patzcalmollo, definido como “una cazuela de gallina hecha a su modo con chilli bermejo y tomate y pepitas de calabaza molida llamada agora pipiana”.
En la época colonial, se les conocía a las salsas; mulli, a la que se le agregaron algunos ingredientes nuevos. A los chiles, los tomates, el achiote y a las pepitas, se les agregó pimienta negra, nuez moscada, anís, canela o jengibre.
Estas recetas prehispánicas se transmitieron gracias a las cocineras indígenas que trabajaban en las casas de criollos y los conventos religiosos. A esta época se le atribuye el nacimiento del chile poblano.
Otra versión circula en la leyenda del Fray Pascual Bailón, quien debía recibir al arzobispo de Puebla y al virrey Palafox con un platillo exquisito; el fraile tuvo que improvisar, las prisas hicieron que se tropezara con una olla de guajolotes que estaban ya en su punto, en donde derramó chocolates y otras especias.
Se atribuye el origen del mole en el convento dominico de Santa Rosa de Lima, ubicado en la ciudad de Puebla. En donde sor Andrea de la Asunción buscó una receta original para recibir al obispo don Manuel Fernández de Santa Cruz y el virrey Conde de Paredes y Marqués de la Laguna.
Sor Andrea mezcló anís, clavo, canela y pimienta negra a la par que una variedad de chiles; agregó ajos, tomatillos y ajonjolí, almendras y cacahuates molidos, y finalmente chocolate.
Las cocineras molieron todo, y cuando todo espesó, dijeron “mulli, molli”, a lo que sor Andrea entendió mole.