Este ahorro será realizado en parte gracias a una reducción de costos de personal y de decoración, declaró el comité organizador en un comunicado.
En ese sentido, el 25 de septiembre, también anunciaron una reducción del número de entradas gratuitas, menos invitados oficiales, la supresión de algunas ceremonias y ahorros en la decoración, las mascotas y la pirotecnia.
Pero el coste final del evento, oficialmente presupuestado antes de la pandemia en unos 13.000 millones de dólares para la parte japonesa, sigue siendo una incógnita, ya que los gastos suplementarios causados por el aplazamiento no se han hecho públicos todavía.
Los organizadores declararon que presentarán un presupuesto actualizado, teniendo en cuenta los costos suplementarios y el precio de las medidas relacionadas con el COVID-19, antes de final de año.