Nacido el 30 de octubre de 1960 en Villa Fiorito, un barrio humilde de un suburbio al sur de Buenos Aires, Maradona fue el quinto de ocho hijos. De aquella época de privaciones, Maradona recuerda los frecuentes dolores de panza de su madre Dalma Franco a la hora de servir la comida en la mesa familiar. Con el tiempo entendió que era una excusa para no comer y dejarle a sus hijos porciones más abundantes.
Pelusa, como lo llamaban cariñosamente sus padres, saltó de uno de estos campos de juego de tierra a Los Cebollitas, una filial infantil del club Argentinos Juniors. En este último equipo debutó como profesional en 1976 y luego pasó a Boca Juniors en 1981 antes de fichar en el Barcelona.
En 1984 fue transferido al Napoli, un club del sur italiano que jamás había ganado nada importante. Liderado por Maradona fue campeón de Italia en 1987 y 1990 y de la Copa de la UEFA en 1989, entre otros logros.
También jugó en el Sevilla español, Newell's de Rosario y tuvo un segundo ciclo en Boca (1995-97), donde se retiró a los 37 años.}
Con la selección argentina jugó entre 1977-1994, incluyendo los mundiales de 1982 (España); 1986 (México), en el que salió campeón; 1990 (Italia) y 1994 (Estados Unidos), cuando fue retirado de la competencia por uso de sustancias prohibidas y suspendido por un año. Para muchos de sus fanáticos argentinos ese fue un punto de quiebre.
El ídolo impoluto empezó a mancharse a principios de la década de 1990, cuando fue sancionado tras detectarse restos de cocaína en la prueba de dopaje realizada en la liga italiana. La adicción a esta sustancia lo puso al borde de la muerte en 2000 y 2004 cuando fue hospitalizado por complicaciones cardíacas.
Aunque logró lo máximo como futbolista, el Maradona técnico por ahora no supera la media. Llegó a Gimnasia a mediados de 2019 con el objetivo de evitar el descenso de categoría. Casi fracasa, pero la pandemia le jugó a favor. La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) dio por finalizada la temporada y suspendió los descensos.