Con la esperanza de competir y representar a México en la paralimpiada de Tokio, a celebrarse en 2021, Moisés Cerezo Rivera es uno de los integrantes de Topos Puebla FC y seleccionado nacional de fútbol para ciegos y débiles visuales, quien enfoca su preparación en sus entrenamientos para sus próximas competencias.
El seleccionado nacional desde el 2017 mencionó que el confinamiento por la pandemia del COVID-19, no le ha impedido que abandone su preparación: “tengo la oportunidad de tener entrenadores bastante buenos que nos han guiado dentro y fuera de la cancha”.
En cuanto a su carrera en el alto rendimiento, indicó que su familia es su motor de vida, motivo por el cual desea conseguir su alto nivel competitivo para iniciar en óptimas condiciones el 2021.
“Mis hijos son los que me motivan y me impulsan. Siempre que entro a alguna competencia, pienso en ellos para hacer las cosas bien y trascender en la vida y en el deporte” subrayó el ganador del Premio Estatal del Deporte.
Una retinitis pigmentosa le hizo perder la vista poco a poco a la edad de 10 años, padecimiento degenerativo de la retina, que con el tiempo le provocó una pérdida visual grave. A pesar de su condición, estuvo enfocado en salir adelante y cambiar su actitud: “no hay peor discapacidad que una actitud negativa”, resaltó el futbolista poblano.
Dentro de su palmarés, destacan sus participaciones en la Copa América en Santiago de Chile en 2017; el Mundial de fútbol para ciegos en Madrid, España 2018. En el 2019 participó en la Copa América Sao Pablo, Brasil y Juegos Para-Panamericanos de Lima, Perú. Además, ese mismo año fue reconocido por el gobernador Miguel Barbosa Huerta con el Premio Estatal del Deporte en la categoría Deporte Adaptado.