Los diversos contingentes, integrados por colectivos feministas y familiares de víctimas de desaparición y feminicidio, recorrieron las calles de la angelópololis para plantarse en la puerta de diversos edificios públicos y monumentos históricos, con el fin de exigir a las autoridades a través de porras, cantos y vitores el respeto a sus derechos, justicia y la autonomía de decidir sobre sus cuerpos.
En el trayecto y paradas obligadas, radicales femeninas encapuchadas derribaron protecciones y saltaron cercos de seguridad para atacar, romper y vandalizar con pintas las instalaciones de la Fiscalía General del Estado, los paraderos del RUTA, Catedral, así como la sede del Congreso y diversos autos estacionados; hasta los perros callejeros fueron pinturrajeados.
Al tiempo otra parte de los contingentes, armados con carteles y música gritaban consignas que enarbolaban sus exigencias, escritas a plumón sobre cartulinas, en las cuales reclamaban justicia y señalaban leyendas como “Soy la amiga de la morra que jamás vas a tocar”, “3 de 3 vs la violencia”, "Yo seré lo que quiera ser", Hermana yo sí te creo" y "Vivas se las llevaron, vivas la queremos, ".