Pinocho de Guillermo del Toro ganó este domingo el Oscar a mejor película de animación. El director mexicano obtuvo de esta forma la tercera estatuilla de su trayectoria. Lo hizo con lo que él mismo ha llamado una de sus obras más personales. Basada en un clásico literario, que traslada a Italia durante el fascismo, le ha permitido profundizar en algunos de los temas que ha tocado en sus películas, como la relación entre padres e hijos. Después de haberse hecho un nombre en Hollywood como el maestro de los monstruos, el cineasta se ha consagrado gracias a la marioneta de madera más famosa del cine.
Al subir a recibir el galardón, Del Toro en compañía del codirector y coproductor Mark Gustafson y de los coproductores Gary Ungar y Alex Bulkley, dio un breve mensaje en favor de la animación y reconoció el apoyo y la inspiración que su familia le ha brindado a lo largo de su carrera.
“La animación es cine, la animación es un género y está lista para llegar al siguiente nivel, por favor, manténganla en la conversación”, comentó al inicio de su discurso.
Posteriormente, expresó su agradecimiento a Netflix y a Ted Sarandos —codirector ejecutivo de la empresa— por “tener fe” en él y su equipo para la realización de la película. Además, le dedicó el premio a la guionista Kim Morgan —su esposa—, a quien se refirió como “el amor de mi vida”, a sus hijos y a su madre y su padre.
“Ya no están en este mundo, pero están aquí conmigo [en mi corazón]. Soy su hijo y los amo”, fue como el jalisciense culminó su intervención en la ceremonia.
Finalmente, en cuanto al principal diferenciador de su adaptación de la historia de “Pinocho”, recalcó que el énfasis estuvo en replantear elementos fundamentales del libro clásico y trasladarlos al contexto actual.
“La historia que presentamos es sobre un padre que tiene que aprender a ser un padre, no sobre un hijo que tiene que aprender a ser un hijo”, detalló en un primer momento. Enseguida, sostuvo que “ahora mismo, la desobediencia es urgente e impostergable en el mundo. Y no podemos pretender la construcción de algo perfecto, porque lo importante es que exista el amor”.