A la plancha del zócalo capitalino arribaron hombres y mujeres de todos los estados en los que gobierno MORENA, ahí también estuvieron sus gobernadores, diputados locales, federales, senadores, secretarios y funcionarios de los tres niveles de gobierno, la mayoría de estos últimos obligados con el argumento de ser despedidos sino acudían al llamado de la 4T.

La marcha en defensa del INE fue ciudadana y se replicó un muchas ciudades del interior del estado, las personas salieron por su propia voluntad y sin ninguna presión o sesgo político. Pero eso no lo entendió nunca el presidente López Obrador.

El mandatario nacional dejos de mostrar ser buen líder para todas las y los mexicanos, recurrió a su estilo de siempre autoritario, de cerrazón y sobre todo sacó una ves más su actitud conflictiva y propuesto una marcha política para darle gusto a su egoísmo.
López Obrador vuelve a increpar a las clases sociales del país, insiste en creer qué hay buenos y malos, chairos y fifis. Su capricho de movilizar a sus simpatizantes, aliados y trabajadores de MORENA saldrá muy caro para su gobierno.
Sin duda a 4 años de gobierno, él, se ha dado cuenta que no pudo con todo lo que prometió, que nunca estuvo a la altura de un verdadero cambio y que su tan anhelada transformación nunca cuajó.
Sin duda este domingo quedó demostrado que el engaño, el caos, la desorganización, el acarreo y la polarización son las cualidades del actual gobierno.