Esta nueva mejora tecnológica irá acompañada de doce cámaras instaladas bajo la cubierta de cada estadio para captar cada uno de los movimientos del balón. Se empleará tecnología semiautomatizada e inteligencia artificial para la detección del fuera de juego en la Copa del Mundo Qatar 2022, con el objetivo de "tomar decisiones más rápidas, precisas y fiables" en la competición futbolística más importante del mundo.
Además el balón llevará en su interior una unidad de medición inercial (IMU, por sus siglas en inglés), que enviará un paquete de datos 500 veces por segundo a la sala de vídeo, lo que permitirá detectar con absoluta precisión el momento exacto en el que se golpea el balón.
Así, el sistema proporcionará una alerta automática de fuera de juego al equipo de árbitros del partido por video. La animación 3D mejorará la comunicación con los fanáticos del estadio y los televidentes.