Todo parecía haber salido viento en popa, sin embargo, algunos notaron que se salió del protocolo y desató una gran polémica en el Reino Unido. Te decimos por qué…
El hecho sucedió en Londres, en la inauguración en la Royal Academy of Arts de “Oceanía”, una exhibición que rinde homenaje al arte de Melanesia, Micronesia y Polinesia, y que coincide con el 250 aniversario de la primera gran expedición por el Océano Pacífico del explorador británico James Cook.
Pero no fue la muestra lo que más llamó la atención a los medios, sino un pequeño gesto de Meghan, mismo que probablemente ni siquiera ella misma se dio cuenta. Cuando llegó al evento, la duquesa cerró la puerta del auto ella misma. Algo que podría parecer algo tan simple y cotidiano, está realmente cargado de simbolismo, ya que los miembros de la familia real británica deben cumplir un estricto protocolo.
En este sentido, la tarea de haber cerrado la puerta del automóvil debió haber sido para alguno de sus guardaespaldas o acompañantes, pero ninguno estaba tan cerca ni fue tan rápido como para adelantarse a hacerlo por ella, así que la misma duquesa cerró sin titubeos.
Haciendo un breve recuento, ya son varias las veces que Meghan se ha saltado las reglas protocolares. La anterior a esta fue la semana pasada, en el primer acto en el que se mostró con su madre: se quitó el abrigo durante un encuentro multicultural con cocineras en el Palacio de Kensington.