De entrada como los personajes de Disney -Los Beagle Boys- los chicos malos poblanos, Ignacio Mier Velazco y Alejandro Armenta Mier, piensan, sueñan y aspiran en suceder al gobernador Miguel Barbosa Huerta.

Para tal efecto, ambos personajes de origen priístas por cierto y de los buenos, ambos presidentes estatales del PRI, ambos diputados locales y federales también por el tricolor, ambos también secretarios en los gobiernos de ese partido, han comenzado a recorrer el estado, a comprar voces, liderazgos y hasta algunos “espacios informativos”, pero se les olvida que MORENA no es el PRI y que en su sangre política no llevan a la izquierda que sustenta y da forma a la Cuarta Transformación.

Y como dice el dicho político “quien no se quiera quemar que no se meta a la cocina”, ayer ambos personajes, se dieron cuenta que aún falta tiempo para cocinarse la sucesión y que no están en el ánimo del cocinero.

Este martes, el gobernador Miguel Barbosa en su estilo y a su forma, les dio la bienvenida a la carrera rumbo a las elecciones de 2024, sin dejar de mencionar las cualidades que para él debe tener su próximo sucesor, primero ser de izquierda, morenista puro pues, o bien considerar a personajes de la sociedad civil gente honrada y de principios, aspectos que al parecer no cumple ninguno de los primos.

El mandatario poblano también fue muy claro, no se puede pensar en gobernar a un estado, cuando no han hecho nada por sus habitantes, máxime cuando se tiene la forma desde las dos Cámaras Legislativas: “son ambos (Mier y Armenta) políticos profesionales que entienden cómo hacer las cosas y aprovechan coyunturas. Espero que en esa coyuntura los beneficiados también sean los poblanos. El paquete es muy grande, y no han gestionado recursos, no lo han hecho en tres años, ceros”.

Bienvenidos al juego de la silla Ignacio Mier Velazco, y Alejandro Armenta Mier, aún falta que corra mucha agua por este río llamado sucesión.