De acuerdo a la tradición se cree que el día 28 de octubre llegan las almas de las personas que murieron trágicamente o de "desgracia", el día 30 de octubre llegan las almas del limbo (estas son las almas de los niños o personas que murieron sin haber recibido el sacramento del bautismo), mientras que los días 1y 2 de noviembre se esperan a todos los santos y fieles difuntos.
A esta tradición le acompaña la costumbre de los niños, quienes salen a pedir "la calaverita" que consiste en ir de casa en casa por una cooperación para comprar ceras y encenderlas en el templo para las animas o almas olvidadas o que quizá no se sabe que han muerto, y al encender estas velas para que tengan luz.
El día 1 de noviembre llegan las almas de los adultos, y se van el día 2; éste día a partir de las 4 de la tarde se lleva a cabo la tradicional "levantada de la ofrenda" y se come y comparten las viandas que se pusieron en la mesa, donde los seres queridos que ya se fueron regresaron a compartir el pan y la sal.